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HABITANTE MONARCA EN EL REINO ANIMAL

Cerca de las tres cuartas partes del reino animal están constituidas por insectos y debido a su enorme población se considera que son parte de un largo y complicado proceso evolutivo, lo cual pudo trascender mediante un estudio detallado de fósiles. Los insectos surgieron sobre la tierra desde hace más de 400 millones de años, la aparición de las mariposas es posterior, data de hace unos 200 a 250 millones de años.

Sin embargo el estudio de las mariposas puede resultar complicado, debido a que son criaturas delicadas, cuyos cuerpos se desintegran al morir sin que tengan la posibilidad de fosilizarse, por lo tanto su proceso evolutivo es poco conocido y lo que se tiene son “meras” aproximaciones.

Haremos un recorrido prehistórico para conocer más acerca de éstos insectos, porque siempre se escucha sobre los grandes animales, llámese tiranosaurio rex..... etc., y claro el conocimiento solo se centra en los animales grandes y los pequeños, ¿dónde quedan?

Según Roberto de la Maza (1987), en su obra “Mariposas Mexicanas”, se tiene poca información, pero se sabe que a mediados del Eoceno, hace aproximadamente 48 millones de años, aparecen en el continente americano los primeros insectos con las características de un lepidóptero, cuyos fósiles se encontraron en Colorado, Estados Unidos.

Del período siguiente. El Oligoceno inferior, con una antigüedad aproximada de 38 millones de años, se encontraron igualmente en Colorado, Estados Unidos, fósiles de una mariposa de finales de éste periodo, que por su estructura puede identificarse con otros, como los de la familia Pieridae. Sin embargo estos organismos aun siendo los más antiguos conocidos, se encuentran totalmente evolucionados, por lo que su transformación o evolución venia de mucho tiempo atrás.

En Canadá se encontró dentro de un pedazo de resina petrificada, al cual se le ha determinado una antigüedad de 70 a 100 millones de años, la cabeza de una oruga que ilustra a los lepidópteros como insectos diferentes a otros del período del Cretácico.

Los insectos son uno de los animales más importantes dentro de las cadenas alimenticias sobre la tierra, la gran mayoría de los animales incluyendo el hombre, perecerían sin ellos. Menos del 1% de los insectos son considerados como dañinos al hombre, mientras que el 99% restante nos benefician directa o indirectamente, y la comunidad de científicos han identificado más de un millón de especies de insectos.

Todos  los insectos tienen algo en común: poseen cabeza, tórax y abdomen, seis patas y un par de antenas, además de poseer características similares en su estructura e historia. Los encontramos divididos en dos importantes subclases: los Apterygota (sin alas) y los pterygota (alados). Estos últimos subdivididos a su vez en: Exopterigota y Endopterigota. Esta última se divide en órdenes y en una de ellas encontramos a la orden LEPIDÓPTERA.

La mariposa monarca es un insecto que pertenece a la orden del lepidóptero, palabra cuya etimología griega proviene de lapidó (escama) y pteron (ala), por lo que esta orden se puede definir como “insectos con alas escamosas”. Dentro de esta orden son conocidas hoy en día 135,000 especies clasificadas y de éstas 111,000 especies pertenecen a las mariposas nocturnas y 24,000 de ellas son para las mariposas diurnas.


 Lepidóptera es una orden que se divide en familias y éstas a su vez se componen de especies. Las Mariposa Monarca pertenece a la familia Danaides y su nombre científico es el de Danaus plexippus Linneo. Estas poseen fluidos corporales desagradables o tóxicos que se originan en las plantas (asepsias) que les sirven de alimento durante su período de larva y por supuesto no tiene rival en cuanto a distancias recorridas y sus largos períodos de vuelo.

Cuatro a cinco semanas, comenzando por la etapa de huevo, pasando por el periodo de larva, transformándose posteriormente en una pupa o crisálida, hasta convertirse en un adulto reproductivo, para después morir. Sin embargo, cuando se acaba el verano y las temperaturas bajan drásticamente, surge una generación especial de Monarcas que tendrá la consigna de realizar el titánico recorrido que las llevará a latitudes más cálidas para poder continuar con el ciclo de hibernar, alimentarse y aparearse, para luego regresar a casa. Ésta, es conocida como la generación Matusalén. Esta generación migratoria a diferencia de sus ancestros, que gozaron únicamente de efímeras existencias de aproximadamente un mes, se mantendrá con vida de siete a ocho meses para lograr su objetivo de llegar a los bosques de oyamel.

Monarcas, migración Las mariposas migratorias recorren diariamente una distancia aproximada de 120 kilómetros, colocándose en corrientes de aire ascendente para aprovechar el impulso y planear. Con esta técnica de vuelo, las Monarcas sólo necesitan aletear cuando pierden el viento o cuando desean cambiar de rumbo, lo cual les permite guardar energías suficientes para completar su largo viaje.

Santuarios, Mariposas Monarcas Después de haber cubierto más de cinco mil kilómetros de increíble recorrido, la generación Matusalén de Mariposas Monarca llega finalmente a los 5 santuarios localizados en México, colgándose de los troncos y racimos de oyamel, preparándose así para ser parte de la mitad de la colonia que sí sobrevivirá al invierno y a los depredadores. Ya a mediados de febrero, cuando la temperatura aumenta y los días se hacen más largos, las Monarcas se desprenden de los árboles, para comenzar sus rituales de apareamiento. Cuando cada hembra ha dejado un aproximado de 400 huevecillos sobre las finas hojas de las Asclepios, comienza la búsqueda de flores para extraer el néctar y así acumular energía para el largo viaje de regreso a casa.

Mariposas Monarcas, Migración mediados de marzo pueden observarse grandes colonias de Mariposas Monarca batiendo las alas al unísono en espera de corrientes de aire ascendente para impulsarse y así emprender el vuelo. Una vez en territorios de los Estados Unidos, la generación Matusalén morirá y el viaje continuará como una carrera de relevos en la que las descendientes de corta vida seguirán la migración hacia el norte en varias generaciones.

Sorprendentemente, las Monarcas que regresarán a los santuarios en invierno, nunca antes han estado ahí, fueron sus trastrábelos (papás de los tatarabuelos) quienes realizaron tan intrépido recorrido el año anterior. Sin embargo, gracias a que la orientación se transmite genéticamente, las Monarcas Matusalén del próximo año podrán regresar sin problema alguno, al mismo lugar en el que sus antecesoras hibernaron.
Mariposas Monarca, Santuarios Esta es la increíble epopeya de un insecto que pesa menos de un gramo, pero cuya belleza e importancia como agente polinizador y factor de equilibrio ecológico, son preponderantes. No pierda la oportunidad de formar parte de esta fascinante experiencia cuando visite Michoacán o el Estado de México.